sábado, diciembre 27, 2008

Love will tear us apart

I tried to get to you
you treat me like this
(Ian Curtis)


Fui apuñalada.
Me encontraba cocinando luego de un largo día en la oficina. Melina vendría a las doce y tendríamos una “noche de chicas”, como nos gustaba llamar a esas noches en que mirábamos películas románticas, comíamos golosinas y hablábamos de hombres.
Preparaba pasta, ya que como era viernes podía darme el lujo de cocinar. La rutina solo me permitía comida descongelada o delivery. Además, los capelettis con salsa a los cuatro quesos eran mi comida preferida.
Mientras cortaba cubos de queso, mentalmente hacía una lista de todas las cosas que le tenía que contar a Melina. Él encabezaba el inventario. Nos había presentado una amiga en común y nos sentimos atraídos desde que nuestras vistas se cruzaron por primera vez. Él no me lo dijo, pero yo lo podía intuir. Nunca había conocido a una persona tan misteriosa.
Amaba bailar música electrónica. Supongo que esa era su manera de liberar las tensiones que había acumulado sobre su espalda durante la semana. ¡Se veía tan sexy cuando su cuerpo se dejaba guiar por las bases del drum ’n’ bass!.
Otra de sus pasiones era hablar sobre marxismo. Él solía decir que podía olvidarse de todo mientras mantenía discusiones sobre materialismo histórico. Era la persona más especial que había conocido en toda mi existencia. Naturalmente estaba fascinada por él.
En varias ocasiones y en varias fiestas, nuestros nerviosos labios se habían encontrado. Así también nuestras complicadas mentes. Pasábamos noches enteras chateando. Hablábamos de nuestras vidas, y en particular sobre nuestros problemas psicológicos. Se expresaba de una manera muy cerrada. Me encantaba intentar descifrarlo. Pero sabía que podía enamorarme de él, y eso me aterraba.
Melina me decía que dejara fluir las cosas, que nada estaba predicho y que mi situación pasada no determinaba nada. Hacía poco que había terminado mi primer noviazgo real, es decir, de más de un mes y con presentación de padres. Estaba frustrada con respecto al amor. O mejor dicho, escéptica.
Pero era viernes y no iba a ahogarme en mis absurdos y no conducentes pensamientos.
Puse New Order en el equipo de música y mientras esperaba el hervor del agua, cerré los ojos y deje que mi cuerpo se liberara con la música de los ex Joy Division. Pensé en el pobre de Ian Curtis, que cuando conoció al amor su mente no lo dejó disfrutar. Y en su trágico final, con sus pies meciéndose en el aire, mientras perdía veintiún gramos.
Prendí el primer porro. Necesitaba de medidas drásticas si quería darles asueto a mis pensamientos. Ninguna tormenta mental iba a arruinar esa noche. Ni el fin de semana.
Me puse el vestido negro con lunares blancos que había comprado en el Ejército de Salvación. Maquille mi rostro como lo hacía cuando salía (ojos delineados arriba del parpado, mejillas rosas y labios rojos). No había motivos por los cuales arreglarme tanto, pero mientras lo hacía se sentía bien.
El agua ebulleció y metí los capelettis. Puse a calentar la salsa y fui al living a seguir bailando y fumando.
Sonó el timbre. Miré el reloj y eran recién las diez. Melina jamás llegaba temprano y tampoco a horario. Contesté el portero y una voz me dijo desde el otro lado: “hola nena, necesito hablar con vos”. Era él. Por mi espalda corrió un escalofrío. Yo nunca le abría las puertas a nadie, pero era él, el de los labios conflictivos e ideas confusas. Agradecí haber fumado.
Lo hice entrar. Tardó años en llegar a mi departamento.
Nos saludamos con un abrazo fuerte, de los que cuesta despegarse. Estaba muy lindo, pero en algo había cambiado, aunque no podía deducir en qué. Nos sentamos en el sillón y me preguntó que estaba haciendo, lo cual era una pregunta bastante sencilla para haber sido producto de su mente. Tal vez él también había estado fumando. Le conté que estaba cocinando (lo invité a cenar) y que a las doce vendría Melina. Sus cejas se fruncieron y consternadamente miró al piso.
La habitación quedó en silencio. Sus ojos empezaron a recorrer mi cuerpo de una forma extraña, pero sensual a la vez. Tomándome en sus brazos, me besó. Me sentía bien, aunque un poco insegura ante su determinación. Nunca había actuado tan impulsivamente.
Estaba pasando. El pasado iba quedando mas lejos y el ahora, aunque impredecible, se tornaba excitante. Solo sentía y me dejaba llevar. ¿Pero llevar a dónde?.
Mi mano se deslizó dentro de su remera. Creyendo percibir algo extraño, la retiré vertiginosamente. Invadida por la curiosidad, volví a escurrir mis dedos entre su ropa, topándome con una estridente frialdad.
Me miró y sonrió perversamente.
Comenzó a acariciar mi rostro, mientras el cantante de New Order coreaba “love will tear us apart”. Me besó y sentí como la frialdad que había sentido antes en él, iba atravesando lentamente primero mi ropa y luego mi piel. Y otra vez. Y otra vez.
No podía gritar. Ni siquiera sé si realmente quería hacerlo. Eran todas mis relaciones amorosas repitiéndose, siendo plasmadas en ese instante. Ese instante que bien las representó a todas. Siempre creí que el amor me iba a salvar, que era lo esencial en esta vida terrenal. Lo que me había guiado en toda mi vida, esa constante búsqueda me resultaba tan estúpida ahora. Mi vida entera me resultaba estúpida. Veinte años dedicados casi exclusivamente al amor. ¡Que ingenua!.
Me arrastró hasta la cocina y me sirvió un plato de comida. Se sirvió para él también y sentado a mi lado, se dispuso a comer. De a ratos me besaba con una pasión que jamás había conocido. La sangre no paraba de salir.
Terminó de cenar, se levantó, me besó por última vez y se fue.
Ya hacen varios minutos desde que mi cuerpo dejó de responder a mi voluntad. No puedo moverme. Intento adivinar que hora es: tengo que aguantar hasta las doce.
Siento como las últimas gotas de sangre se escapan de mi cuerpo.
Lo había dejado entrar. Me había dejado llevar. Había silenciado mis pensamientos. Creía que todo se aclaraba a mis ojos, pero ahora veo que todo cae: ¿tengo que aguantar hasta las doce?.

domingo, diciembre 21, 2008

personas de verano

A dice:
falta poco para tu cumple
A dice:
te da alegra o te da igual
L dice:
me da alegria por el lado de que es como cerrar una etapa
L dice:
y comenzar con la -------atucomplacienteysuficiente
L dice:
pero por otro lado me jode ingresar en los 20 y tantos
A dice:
y si
A dice:
te llamo ese dia y te tiro las orejas a distancia
A dice:
yo espero para es entonces haber hecho algun progreso , cambio, o algo
A dice:
si no es la personalidad, al menos que este mas bronceada jajajaja
A dice:
voy a aumentar las actitudes de persona de verano
L dice:
jajajajajajajajajajaja
L dice:
claro
L dice:
es que esa es la idea
L dice:
porque la persona de verano no piensa, y es superficial, por lo tanto un poco autosuficiente
A dice:
tampoco tanto, necesita del espejo
A dice:
y de la aprobacion del resto de la gente
A dice:
muchas personas de verano son personas de invierno encubiertas
A dice:
o viceversa
L dice:
si , eso seguro
L dice:
eee que bien, captaste la idea de persona de verano a la perfeccion aunque apenas te la expliqe
L dice:
creo que el ejemplo qe te di fue contundente
L dice:
jajaja
A dice:
no seas tan mala con T
A dice:
aunque tenga mail de persona de verano
A dice:
estudia carrera de persona de invierno/otoño
L dice:
va a tea
L dice:
y creo que ----- es la unica materia qe estaba haciendo de nuestra carrera
A dice:
ah, tanto no se de la vida
L dice:
yo porqe soy chusma
L dice:
jajaja
A dice:
jajajaa y de donde sacaste eso?
A dice:
ya se, fue G
L dice:
me lo conto S, que viajaba con ellas y escuchaba siempre lo que hablaban
L dice:
se quejaban de que los hombres las quieren solo para tener sexo
A dice:
nada nuevo bajo las nubes
A dice:
tarde o temprano siempre nos pasa
A dice:
mas temprano que tarde
L dice:
ojala me quisieran solo para sexo, al menos un rato
A dice:
OJALA
L dice:
siempre es "vos no sos una chica para boludear y yo ahora quiero joder"
L dice:
grrr
A dice:
"pero yo tambien quiero joder. jodamos juntos"
A dice:
jajajajajajaaja
L dice:
exacto
L dice:
ajajajaja